sexta-feira, 11 de janeiro de 2013

Serviço Jesuíta aos Refugiados - Haiti 3º Aniversário da tragédia do terremoto

 Servicio Jesuita a Refugiados (SJR)
Haití: “Poner en primer lugar los derechos humanos de las personas desplazadas”


Bogotá, Washington D.C., Roma, Puerto Príncipe. 12 de enero de 2013- Tres años después del terremoto que estremeció Haití el 12 de enero de 2010, cerca de 400.000 personas desplazadas siguen viviendo en situación de vulnerabilidad y desprotección en los campamentos en la capital Puerto Príncipe y sus alrededores.  

Campamento Automeca (Foto: SJR)
21% de este total de personas desplazadas enfrentan constantes amenazas de expulsión por parte de los propietarios de los terrenos, donde fueron obligados a improvisar sus tiendas de campaña luego de la tragedia. Además de tantos otros problemas que aquejan a esta población tales como la epidemia de cólera, la inseguridad alimentaria, los impactos destructores que deja cada año la temporada de los huracanes y las condiciones precarias de vida.
El Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) observa con gran preocupación que los derechos y las garantías pertinentes para la protección de las personas desplazadas durante el desplazamiento, tal como están definidos en los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos de la ONU, continúan siendo irrespetados en Haití; por lo que las personas desplazadas en Haití constituyen uno de los grupos más vulnerables y con una necesidad cada vez mayor de protección.
Con motivo del tercer aniversario del terremoto, el SJR hace un llamado urgente a las autoridades haitianas, los países y organismos donantes, las agencias humanitarias y demás actores de la Comunidad internacional a poner en primer lugar los derechos humanos de las personas desplazadas, principalmente su derecho a la vida, la seguridad, la alimentación, la educación, la salud, la vivienda.
El SJR urge a las autoridades haitianas y a los organismos internacionales competentes a proporcionar protección y asistencia humanitaria a todas las personas desplazadas, principalmente a los grupos vulnerables tales como las mujeres embarazadas, las personas de la tercera edad, las niñas, niños y adolescentes. Del mismo modo, el SJR los  invita a establecer en la mayor brevedad posible, conjuntamente con las mismas personas desplazadas, las condiciones y los medios para su pronta relocalización y su reintegración digna en la sociedad, tal como lo establecen los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos. 
“Todas las tiendas están en malas condiciones”
Después de tres años, es intolerable que tantas personas permanezcan en tiendas de campaña y en viviendas provisionales. Las deplorables condiciones en las que viven los desplazados en los campamentos son incompatibles con el respeto a su dignidad como seres humanos.
En Automeca, uno de los campamentos más grandes de la capital haitiana donde viven 1.307 familias, “todas las tiendas están en malas condiciones, ya no pueden resistir nada”, narra el sacerdote jesuita Wismith Lazard, director de los proyectos del SJR en siete campamentos en Puerto Príncipe.
“Es verdad que ha habido varios intentos para reubicar a la población de los campamentos; pero, aún no se han logrado soluciones definitivas al problema del cierre de todos los campos y al de la vivienda en general. Todo parece indicar que el cierre total de los campamentos no será para mañana”, afirma el Jesuita haitiano.
Los proyectos deben estar estructurados y basados en las necesidades locales
A pesar de los grandes problemas que las personas desplazadas enfrentan en los campamentos, siguen luchando por reconstruir sus vidas.
En los últimos tres años el SJR ha acompañado a personas desplazadas en siete campamentos en Puerto Príncipe y en comunidades haitianas en Fonds-Parisien, Anse-à-Pitres y Los Cacaos a través de varios proyectos. Hemos sido testigos de la gran creatividad de las comunidades locales y de su capacidad para tomar las riendas de sus destinos cuando encuentran las oportunidades.
La clave está en acompañar a las comunidades locales y escucharlas para encontrar la manera cómo ayudarlas a responder a sus necesidades. Los proyectos deben estar estructurados y basados en las necesidades locales y no en lo que los actores externos consideran necesario.
“El olvido es la gran amenaza para Haití”
Por otro lado, a medida que pasa el tiempo, Haití va desapareciendo de la agenda internacional.
“Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) internacionales abandonan cada vez más los campamentos o reducen sus proyectos y esferas de acción por falta de fondos, mientras que la situación del país no ha mejorado sustancialmente y el panorama es aún sombrío para las personas desplazadas”, explica Merlys Mosquera, directora regional del SJR para Latinoamérica y el Caribe (SJR LAC).  
“El olvido es la gran amenaza para Haití”, advierte Mosquera.
El tercer aniversario del terremoto debe ser un alto en el camino para recordar Haití, intensificar la solidaridad con el pueblo haitiano y poner en el centro de la cooperación internacional con este país los derechos humanos de las personas desplazadas y damnificadas por el terremoto y otras catástrofes naturales sucesivas.

quinta-feira, 10 de janeiro de 2013

Notícia: 10-01-2013

VIDEO = CRB SOBRE O HAITI
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Quinta-feira, 10 de janeiro de 2013, 10h38

Nova York: Missa recorda vítimas de terremoto no Haiti


Rádio Vaticano



Um grupo de funcionários das Nações Unidas reuniu-se nessa terça-feira, 8, em Nova York (EUA), para participar de uma Missa pelas vítimas do terremoto no Haiti. O sismo completa três anos neste sábado, 12.

A Missa celebrada, na Igreja da Sagrada Família, relembrou todas as pessoas que perderam a vida no terremoto, incluindo os 102 funcionários da ONU. A maioria deles trabalhava na Missão de Estabilização no Haiti, Minustah.

O terremoto de magnitude 7 na escala Richter atingiu a ilha caribenha em 12 de janeiro de 2010, deixando 222 mil mortos e 1 milhão e 300 mil desabrigados.

Ainda esta semana, as Nações Unidas devem realizar alguns eventos em memória dos que perderam a vida no terremoto incluindo cerimônias, na sede da Minustah, em Porto Príncipe, capital do Haiti.

O sismo causou vítimas entre os brasileiros como o vice-chefe da missão Luiz Carlos da Costa e Dra. Zilda Arns que tinha ido ao Haiti para levar a Pastoral da Criança ao país.

Notícia Internacional - 10-01-2013 (Dia 12 de Janerio: terceiro aniversário da tragédia do terremoto no Haiti)

 

 

No Haiti, 500 mil pessoas precisam de ajuda e mais de 81 mil sofrem de desnutrição


Porto Príncipe (Arquivo: Marcello Casal Jr/ABr)
Brasília - A Missão das Nações Unidas para a Estabilização do Haiti (cuja sigla em inglês é Minustah), da Organização das Nações Unidas (ONU), informou que mais de 500 mil pessoas no país necessitam de “ajuda imediata”. Segundo o cálculo, pelo menos 81,6 mil pessoas sofrem de desnutrição imediata, inclusive crianças. Após o terremoto de janeiro de 2010, a situação no país se agravou, segundo a ONU, com as tempestades Isaac e Sandy.
Pelas autoridades da ONU, a insegurança alimentar afeta 2,1 milhões de haitianos. Para a Minustah, é fundamental investir US$ 144 milhões no Haiti. Das 81,6 mil pessoas que sofrem de desnutrição, 20 mil estão em situação considerada aguda com risco de morte.

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10 de Janeiro de 2013 - 11h16

No Haiti, 500 mil precisam de ajuda; 81 mil sofrem de desnutrição


A Organização das Nações Unidas (ONU), informou nesta quinta-feira (10), que mais de 500 mil pessoas no país necessitam de “ajuda imediata”. Segundo o cálculo, pelo menos 81,6 mil pessoas sofrem de desnutrição imediata, inclusive crianças. 


Após o terremoto de janeiro de 2010 e somadas as tempestades Isaac e Sandy a situação no país se agravou, informou a ONU.

Pelas autoridades da ONU, a insegurança alimentar afeta 2,1 milhões de haitianos. Para a Minustah, é fundamental investir US$ 144 milhões no Haiti. Das 81,6 mil pessoas que sofrem de desnutrição, 20 mil estão em situação considerada aguda com risco de morte.

Atualmente 358 mil pessoas vivem em abrigos. A ONU alertou sofre a frequência de surtos de cólera. Para a organização, o governo do Haiti não tem condições de resolver sozinho, sem ajuda externa, a precariedade das condições de vida no país.

Fonte: EBC

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quarta-feira, 9 de janeiro de 2013

Entrevista com o Embaixador do Brasil no Haiti (Natural do Rio Grande do Sul) 06-1-2013

COBERTURA ESPECIAL - Panorama Haiti

06 de Janeiro, 2013 - 01:40 ( Brasília )

PANORAMA HAITI - Embaixador José Luiz Machado e Costa Solidariedade ao Haiti

Solidariedade é um dos pilares da relação do Brasil com o Haiti, diz embaixador

Às vésperas de completar três anos do pior terremoto da história recente do Haiti, o país ainda busca a reconstrução. O embaixador do Brasil no Haiti, José Luiz Machado e Costa, disse à Agência Brasil que está entre as prioridades da comunidade internacional manter o apoio ao país.
 



Renata Giraldi
Repórter da Agência Brasil

Brasília – Às vésperas de completar três anos do pior terremoto da história recente do Haiti, o país ainda busca a reconstrução. O embaixador do Brasil no Haiti, José Luiz Machado e Costa, disse à Agência Brasil que está entre as prioridades da comunidade internacional manter o apoio ao país, e que o governo brasileiro pretende ampliar a concessão de vistos para haitianos. Há ainda projetos de cooperação em energia e saúde, o treinamento de policiais haitianos e até aulas gratuitas de português são organizadas.

“No caso do Brasil, a solidariedade é um dos pilares da nossa relação com o Haiti”, disse o diplomata, lembrando que os dois países reúnem uma série de afinidades. Uma das formas de construir, ressaltou Machado e Costa, é pensar no Haiti como um local para investimentos e comércio. Paralelamente, o embaixador disse que os esforços para a melhoria da qualidade de vida da população, com mais segurança e condições, podem ser percebidas nas ruas de Porto Príncipe, a capital haitiana. A seguir, os principais trechos da entrevista do diplomata à Agência Brasil.

Agência Brasil (ABr) - Às vésperas de completar três anos do pior terremoto da história recente do Haiti, como estão o país e a população?
José Luiz Machado e Costa -
Houve avanços consideráveis - a transição democrática entre dois presidentes eleitos pelo voto popular [René Préval, que transmitiu o poder a Michel Martelly], a estabilidade na área da segurança, a evolução progressiva, ainda que lenta, em direção a um amadurecimento institucional, e uma vontade evidente de superar os obstáculos ao desenvolvimento.

ABr – Mas, as imagens de destruição ainda são presentes nas ruas.
Machado e Costa -
Os escombros do terremoto foram retirados e melhorou muito a situação dos deslocados. Hoje, há cerca de 360 mil pessoas ainda vivendo em tendas, contra 1,5 milhão que havia logo após o sismo [terremoto]. A reconstrução do país, contudo, tem sido prejudicada por outros desastres naturais, como as secas e os furacões, pela dificuldade do governo para coordenar recursos públicos, pela utilização ineficiente da ajuda externa, além da redução de recursos disponibilizados pela comunidade internacional.

ABr - Como observador estrangeiro, o que o senhor nota que são as principais necessidades no Haiti?
Machado e Costa -
Acredito que o Haiti precise urgentemente de fortalecimento institucional, de apoio para a formação de quadros, por exemplo, além de um ciclo virtuoso de energia, investimento e emprego. O número de desempregados e a informalidade no mercado de trabalho são grandes desafios, pois perpetuam as condições de pobreza e subdesenvolvimento. É preciso, portanto, gerar empregos.

ABr – Na prática, como a situação pode ser resolvida?
Machado e Costa -
É necessário atrair investimentos, não só em grandes negócios, mas também em pequenas e médias empresas. As novas indústrias e negócios, contudo, precisarão de eletricidade que, no Haiti, depende quase inteiramente de combustíveis fósseis e, portanto, é cara, poluente, além de intermitente .

ABr - Como o Brasil tem contribuído com o Haiti?
Machado e Costa
- O Brasil é o maior fornecedor de tropas para a missão de paz das Nações Unidas, presente no Haiti desde 2004, ajudando a garantir a estabilidade e segurança do país. Nossas tropas também colaboram para o desenvolvimento, com projetos de engenharia, como pavimentação de ruas e iluminação pública, e projetos sociais, que aproximam os militares da população e aumentam o carinho e o respeito dos haitianos pela missão. Também temos aqui importantes projetos de cooperação técnica, especialmente na área de saúde, com a construção de três hospitais, dois laboratórios regionais, um centro de reabilitação, além da formação profissional de 2 mil agentes de saúde, no valor de US$ 70 milhões.

ABr – A presidenta Dilma Rousseff, quando esteve em fevereiro, destacou a questão energética, o senhor considera uma das principais contribuições do Brasil?
Machado e Costa -
Na área de energia, estamos doando US$ 40 milhões para a construção de uma usina hidrelétrica que fornecerá eletricidade para mais de 1 milhão de pessoas. Esses valores [citados em parte da resposta anterior] são os maiores da cooperação brasileira no mundo. Além disso, procuramos colaborar, juntamente com outros membros da comunidade internacional, para o reforço do diálogo democrático entre as diferentes forças poíticas do país, incentivando sempre o princípio da não intervenção nos assuntos internos.

ABr – A polêmica em torno da concessão dos vistos parece superada.
Machado e Costa -
Temos concedido vistos permanentes para os haitianos que queiram trabalhar no Brasil, sem exigência de emprego prévio, algo talvez único no mundo, e temos um Centro Cultural Brasil-Haiti, com aulas de português, divulgação da cultura brasileira e apoio à cultura haitiana.

ABr – Há planos, por parte do Brasil, de ampliar esse apoio e inclusive parcerias?
Machado e Costa
- Sim. Além dos grandes projetos em energia e saúde temos novas iniciativas de cooperação em curso como, por exemplo, com a Polícia Nacional do Haiti. Dezesseis policiais deverão ser treinados no Brasil em 2013 e eles repassarão o conhecimento para centenas de outros policiais, quando regressarem. Em relação aos haitianos que querem migrar para o Brasil, decidimos aumentar a concessão de vistos permanentes. Outra iniciativa para o ano que vem serão as aulas gratuitas de português para funcionários da Chancelaria [Ministério das Relações Exteriores] e outros órgãos do governo haitiano.

ABr - A questão da solidariedade com o Haiti está presente em várias reuniões internacionais, na sua opinião o tema continua entre as prioridades da comunidade (internacional)? Por que?
Machado e Costa
- Sim, a solidariedade ao Haiti continua entre as prioridades da comunidade internacional, mas essas prioridades estão condicionadas às restrições orçamentárias decorrentes da crise econômica pela qual passam diversos países do Norte. A solidariedade existe não apenas devido às fortes imagens do terremoto de 2010, mas também porque o Haiti é um dos países mais pobres do mundo e o mais pobre das Américas. No caso do Brasil, a solidariedade é um dos pilares da relação com o Haiti, já que o país, ao contrário de outros atores com presença importante aqui, nunca foi uma metrópole colonial. Temos uma realidade mais próxima  dos haitianos que aquela dos países mais desenvolvidos, e há uma percepção de igualdade que é muito valorizada por eles.

ABr - É possível pensar em investimentos privados do Brasil para o Haiti? Quais são as eventuais vantagens que isso pode trazer para os empresários brasileiros?
Machado e Costa -
Sim. O Haiti tem tradição em indústria têxtil, mão de obra abundante e barata e proximidade com o maior mercado consumidor do mundo – os Estados Unidos. Quando o Congresso brasileiro aprovar projeto de lei [já existente] semelhante a uma lei que há nos Estados Unidos, que concede facilidades alfandegárias a produtos haitianos, empresas do setor têxtil brasileiro poderão produzir no Haiti e exportar, de forma vantajosa, para o mercado norte-americano e, mesmo de volta para o Brasil – nesse caso, reduzindo os efeitos nefastos das importações chinesas no nosso país. Outro possível setor que poderia ser explorado é o de biocombustíveis, pois o Haiti tem solo e clima propícios para a produção da cana-de-açúcar, a principal riqueza do país nos tempos coloniais, e conta com vantagens de importação pelo mercado norte-americano.

ABr - As Forças de Paz das Nações Unidas para a Estabilização do Haiti (cuja sigla é Minustah) deverão ficar por mais quanto tempo no país? Quando deverá ser definido esse calendário?
Machado e Costa -
A presença da Minustah será necessária enquanto a Polícia Nacional do Haiti não estiver apta a garantir sozinha a segurança da população.  Serão necessários 15 mil homens para  um nível de segurança mínimo. Hoje, a PNH [Polícia Nacional do Haiti] conta com apenas 10 mil integrantes e o ritmo de formação de novos policiais tem sido lento.

ABr – Mas o calendário menciona a retirada lenta e gradual, não exatamente completa das tropas, por que?
Machado e Costa -
Estima-se que até o fim do mandato do atual presidente, Michel Martelly, em 2016, a meta de 15 mil homens estará atendida, o que permitiria, em tese, a saída das tropas. O calendário de saída,  definido de forma conjunta entre a ONU [Organização das Nações Unidas], a comunidade internacional e o governo haitiano,  prevê uma redução lenta e gradual. A retirada completa, contudo, dependerá das condições reais de segurança.

sábado, 5 de janeiro de 2013

Notícia: Jornal o Estadão - São Paulo - 04-01-2013

Projeto Pró-Haiti atende 30 imigrantes por dia em Manaus

Ligado à Arquidiocese da cidade, instituição recebe a cada semana 200 novos haitianos que entram no País pelo Amazonas

04 de janeiro de 2013 | 2h 01
MERCIA SUZUKI / MANAUS , ESPECIAL PARA O ESTADO - O Estado de S.Paulo
Cerca de 30 imigrantes haitianos são atendidos diariamente em Manaus pelo Projeto Pró-Haiti, criado pelos padres jesuítas no início do ano passado. O projeto é integrado ao Centro de Direitos Humanos da Arquidiocese de Manaus e funciona na Paróquia São Geraldo, sob coordenação do padre Paulo Barausse.

Como não há, na cidade, representação consular daquele país, o Pró-Haiti atua em parceria com o Consulado haitiano em Brasília e é a única instituição, na região, que auxilia os imigrantes em tarefas urgentes como emissão de passaporte, registro consular e envio de documentação.
Na prática, como esses recém-chegados - muitos dos quais submetidos a abusos e privações durante a viagem até o Brasil - precisam de praticamente tudo, o Pró-Haiti também dá assistência jurídica e orientações sobre programas de saúde, educação, emprego e Justiça. Em muitos casos, a ajuda inclui atendimento psicológico e aulas de português dadas por professores voluntários. "Tudo é prestado gratuitamente por meio de uma equipe qualificada e o nosso serviço já é referência na região. Atendemos cerca de 200 pessoas por semana", ressalta o padre Barausse, que comanda o projeto desde setembro do ano passado.
Criado em fevereiro de 2012, o Pró-Haiti assumiu uma importância fundamental depois do terremoto que devastou aquele país em 2010 - pois a Amazônia, pela proximidade geográfica, tornou-se uma rota de salvação para centenas de desabrigados haitianos. Atualmente, estima-se que cerca de 6 mil deles estejam no Brasil, dos 4 milhões que atualmente vivem fora daquele país. Muitos entraram ilegalmente no Brasil, mas a maioria recorre ao visto humanitário.
Imigrantes. "Os imigrantes haitianos no Brasil não são considerados refugiados. Se fossem, deveriam receber ajuda do Alto Comissário das Nações Unidas para Refugiados - Acnur. Quem lhes concede o visto humanitário é o Comitê Nacional para os Refugiados - Conare, do Ministério da Justiça", explica o padre Barausse.
Em sua atividade diária em Manaus, Barausse é ajudado pelos padres e irmãs scalabrinianos e outras congregações que acolheram as levas de haitianos que cruzavam a fronteira, chegados do Peru ou da Bolívia, logo após o terremoto. Antes de Barausse, a tarefa cabia ao missionário Paulo Welter, que já havia trabalhado durante seis anos em atividades semelhantes em Angola, no continente africano. Formado em Direito, e tendo dirigido em Angola o Serviço Jesuíta aos Refugiados (JRS, na sigla em inglês), Welter - que hoje vive em Porto Alegre - se diz disposto a continuar nesse trabalho "no Brasil ou em qualquer parte do mundo". "Descobri no JRS a dedicação das pessoas envolvidas nessa missão, um trabalho que muitos não querem fazer", diz.
Referência. A ajuda é um trabalho interminável e para enfrentá-lo o JRS mobiliza hoje cerca de 100 missionários em seus dez escritórios distribuídos pelo mundo. "O JRS é hoje um ponto de referência tanto para refugiados quanto para autoridades locais e internacionais", ressalta o missionário.
Nas contas da instituição, cerca de 4 milhões de haitianos vivem hoje fora de seu país. Desde o mês passado, eles contam com a Rede Jesuíta de Migrantes, que acompanha o crescente deslocamento de pessoas entre fronteiras - 214 milhões em todo o planeta, das quais 26 milhões na América Latina e Caribe.
Ele destaca uma diferença importante, no trabalho, entre refugiados e migrantes, que merecem diferentes abordagens. Imigrantes econômicos decidem se deslocar para melhorar sua perspectiva de vida e a da família. Já os refugiados têm outra motivação: salvar suas vidas ou preservar a liberdade, pois não contam com a proteção do Estado.

segunda-feira, 31 de dezembro de 2012

Notícias 21-12-2012

21/12/2012 13h51- Atualizado em 21/12/2012 15h30

Três anos após terremoto, 360 mil haitianos ainda vivem em barracas

Tremor de magnitude 7 matou 250 mil em 12 de janeiro de 2010 no país.
Ele também deixou 300 mil gravemente feridos e 1,2 milhão desabrigados.

Quase três anos depois do terremoto que devastou o Haiti, em janeiro de 2010, cerca 360 mil haitianos vivem ainda em 496 acampamentos de emergência, indicou nesta sexta-feira (21) a Organização Internacional de Imigrações (OIM).
Segundo a OIM, que trabalha junto a organizações haitianas, 84% dessas pessoas vivem nesses acampamentos desde o início de 2010.
Haitiano passa por escombros da Notre Dame De l'Assomption Cathedral em foto de 7 de janeiro (Foto: AP)Haitiano passa por escombros da Notre Dame De l'Assomption Cathedral em foto de 7 de janeiro (Foto: AP)
Em sua maioria, essas pessoas são desempregadas, em um país que registra um índice de 58% de desemprego.
Para a OIM, essas famílias devem receber ajuda prioritariamente para poder voltar para casa em 2013 ou 2014.
Desde agosto de 2011, a OIM ajudou a cerca de 12 mil famílias a encontrar novas acomodações, sob a forma de subvenção para pagar o aluguel.
Em 2013, a OIM tem a intenção de entregar este tipo de ajuda a 15 mil famílias extras.
A OIM também lançou um pedido de ajuda internacional no valor de 2 milhões de dólares para ajudar financeiramente as famílias nos acampamentos.
Em 12 de janeiro de 2010, o Haiti foi atingido por um terremoto de magnitude de 7, que provocou a morte de 250 mil pessoas, deixou 300 mil gravemente feridas e 1,2 milhão de desabrigados.

quinta-feira, 27 de dezembro de 2012

Notícia 24-12-2012

O Brasil gastou quase um bilhão de dolares em 8 anos, para sustentar as tropas, imaginem isso aplicado em projetos agricolas para produçao de alimentos, ou na construção de escolas?
Gasto brasileiro no Haiti chega a R$ 1,9 bi desde abril de 2004
Do total, ONU reembolsou ao Tesouro Nacional R$ 556,5 mi; Lula justificou envio de tropa como forma de garantir assento permanente em Conselho de Segurança, o que ainda não aconteceu
24 de dezembro de 2012 | 19h 55


Tânia Monteiro, Leonencio Nossa, de O Estado de S.Paulo
BRASÍLIA - Sem previsão para deixar o Haiti, o Exército gastou, de abril de 2004 a novembro deste ano, R$ 1,892 bilhão na manutenção da tropa no país arrasado por uma guerra civil e, mais recentemente, por um terremoto.
Desse total, a Organização das Nações Unidas (ONU) reembolsou R$ 556,5 milhões para o Tesouro Nacional. Os números são do Ministério da Defesa. Na prática, um gasto de R$ 1,3 bilhão líquido em recursos do Brasil. Em 2004, o governo Lula justificou que a participação na missão de paz da ONU era uma forma de garantir um assento permanente do Brasil no Conselho de Segurança, o que não ocorreu.
Atualmente, o Brasil mantém 1.910 homens das Forças Armadas na Missão das Nações Unidas para a Estabilização do Haiti (Minustah). A maioria do contingente brasileiro é do Exército. Ainda há militares da Aeronáutica (30 homens da Força Aérea Brasileira) e da Marinha (200 fuzileiros navais). A meta para 2013 é reduzir o efetivo para 1.200 militares, mesmo número do início da operação, em 2004 – o acréscimo ocorreu após o terremoto de 2010.
A redução da tropa de forma “responsável”, nas palavras do ministro da Defesa, Celso Amorim, é respaldada por uma resolução da ONU, de outubro. No começo deste mês, o presidente do Haiti, Michel Martelly, escreveu uma carta de duas páginas implorando à presidente Dilma Rousseff para negociar a manutenção do efetivo, argumentando que ainda não conseguiu formar uma polícia nacional para deter o avanço de gangues.
Em oito anos e meio, cerca de 25 mil militares brasileiros passaram pelo Haiti. O governo avalia que a missão, embora não tenha garantido um assento no Conselho de Segurança, derrubou uma das principais críticas ao País no âmbito da ONU. Delegações estrangeiras sempre questionaram a contundência dos discursos dos diplomatas do Itamaraty na área de direitos humanos e a fraca presença real brasileira nos campos de conflito.
O gasto total do Brasil no Haiti é quase nove vezes maior que o valor pedido em 2012 pelo governo de São Paulo ao governo federal para modernizar as áreas de informação e inteligência da polícia – neste ano, o governo paulista reclamou que pediu R$ 148,8 milhões ao Ministério da Justiça e só recebeu R$ 4 milhões. No contra-ataque, o governo federal alegou que não recebeu projeto consistente para o envio dos recursos. Se aplicada na área social, a despesa no Haiti daria para pagar o plano de expansão da rede de creches e escolas infantis nos próximos três anos e que, até agora, não saiu do papel. O governo anunciou um investimento de R$ 1,3 bilhão até 2014.
Não estão incluídos no total de despesas os recursos gastos com soldos dos militares. O gasto inclui recursos de diárias, alimentação, comunicação, rede de internet, processamento de dados, explosivos e munições, vestuário, transporte, combustível e produtos médicos e farmacêuticos.
Promessas. O projeto brasileiro no Haiti começou com festa. Enquanto soldados chegavam a Porto Príncipe para montar base, a seleção liderada por Ronaldo Fenômeno desfilava com a Copa Fifa em blindados da ONU pela capital haitiana, diante de uma multidão eufórica, e aplicaria depois uma goleada de 6 a 0 no time da casa, para a festa dos ricos do país que tiveram acesso ao estádio.
Enquanto tentavam se adaptar a um país sem infraestrutura, com mais de 70% da população sem emprego, generais brasileiros pressionavam diplomatas e autoridades para exigir recursos de organismos internacionais para combater a miséria no Haiti. Em janeiro de 2010, o país caribenho foi atingido por um terremoto, que deixou 316 mil mortos, segundo o governo haitiano. A tropa brasileira também foi atingida, com a morte de 18 militares.
Dados do Sistema Integrado de Administração Financeira (Siafi) indicam que o governo gastou, em 2011 e 2012, R$ 235 mil em bolsas para os filhos dos militares mortos no terremoto. A tragédia de 2010 tornou ainda mais dramática a vida que já era praticamente insuportável no país. Sem árvores – cortadas para lenha de fogão –, as ruas de Porto Príncipe ainda estão tomadas de abrigos improvisados de sobreviventes do terremoto.
Os discursos de dirigentes da ONU pedindo recursos “impactantes” para o Haiti não mobilizaram a comunidade internacional, antes ou depois do começo da crise financeira de 2008. O governo brasileiro deve endurecer, no próximo ano, o discurso contra a própria ONU.
O Ministério da Defesa e o Itamaraty reclamam que o Brasil se comprometeu a gastar US$ 40 milhões, por exemplo, na construção de uma hidrelétrica com capacidade de 32 megawatts no Rio Artibonite, ao sul de Porto Príncipe, e, até agora, os demais países não repassaram um centavo para o projeto orçado em US$ 190 milhões e que beneficiará 1 milhão de pessoas.
País não tem controle dos recursos que recebe para o Haiti
Segundo general brasileiro, estimativa é de que apenas 10% da doações externas vão para o governo haitiano
24 de dezembro de 2012 | 20h 05
Tânia Monteiro e Leonencio Nossa, de O Estado de S.Paulo
 BRASÍLIA - Quase dois anos depois do terremoto que devastou o Haiti e deixou salto total de 316 mil mortos, a situação do país está longe de voltar ao ponto, já crítico, de antes da tragédia. A avaliação é do ex-comandante das Forças da ONU no Haiti, general Carlos Alberto dos Santos Cruz, que atuou no país entre 2007 e 2009.
O general disse ao Estado que, ao contrário do que se imagina, o maior problema não é a falta de recursos para melhorar as condições de vida da população, mas o descontrole sobre o envio e o recebimento dessa verba para o país, sem a contabilização pelo governo haitiano. Segundo ele, “não há sincronismo entre os trabalhos das ONGs e do governo do Haiti” e “cada um faz o que quer e, com isso, se cria um poder paralelo, fora do controle do governo central”.
De acordo com dados do Banco Mundial, de 2009, 10 mil organizações não governamentais atuavam no país antes do terremoto. Com a tragédia, o número subiu para 12 mil, mas o governo de Porto Príncipe só tem o registro de 560 ONGs. No entanto, não há estimativa concreta por parte do governo local do volume de recursos que já foi destinado ao Haiti e onde os recursos foram aplicados. Além do descontrole em relação aos recursos das ONGs, a maior parte das verbas oficialmente prometidas também não chegou. Dos US$ 5,3 bilhões prometidos para a reconstrução do país em dois anos, só a metade foi recebida.
Para dar uma dimensão do descontrole, o general Santos Cruz comentou que a estimativa é de que apenas 10% do que chega de doação externa vai para o governo haitiano, e a quantidade de recursos movimentada é “uma incógnita”. Ele lembra que uma pesquisa foi realizada com 300 ONGs norte-americanas para se tentar saber quanto tinham enviado para o Haiti. Apenas 38 responderam, informando que mandaram US$ 1,8 bilhão, mas não se sabe exatamente onde os recursos foram aplicados.
Dependência. Outro problema: do próprio orçamento federal do Haiti aprovado neste ano, da ordem de US$ 3 bilhões, cerca de 60% dependem de ajuda internacional, o que dificulta qualquer tipo de planejamento. “Nenhum governo consegue se planejar dependendo de dinheiro de doações externas”, afirmou o general, ao explicar que esta falta de estrutura governamental acaba por depositar “esperanças excessivas” na presença da ONU no país.
Com o passar do tempo e o esquecimento da tragédia provocada pelo terremoto, o trabalho da missão de paz entra na rotina, as ajudas mínguam e a ONU começa a reduzir sua presença no território. O ministro da Defesa, Celso Amorim, defende que é importante manter o engajamento em relação ao país, mas reconhece que “não é bom para o Haiti nem para ninguém que a tropas fiquem lá indefinidamente”. O ministro não fixa prazo para retirada das tropas brasileiras e lembra que isso dependerá sempre de acertos entre a ONU e os governos do Haiti e do Brasil.
Amorim tem defendido uma mudança no perfil da missão que, acredita, deve começar a se voltar mais para os aspectos do desenvolvimento socioeconômico e da diminuição da dependência externa do país caribenho. “A ideia é que haja desenvolvimento no Haiti, que é a melhor maneira de diminuir substancialmente o problema da segurança no país”, afirmou.
O general Augusto Heleno, o primeiro comandante das tropas da ONU no Haiti, em 2004, acredita que “já está na hora de nós pensarmos, paulatinamente, de sairmos da missão, uma vez que hoje ela é missão tipicamente de polícia, muito mais do que de paz, que exija força militar tão numerosa”. Mas ele ressalta que, “do ponto de vista militar”, a participação da tropa brasileira “tem sido altamente vantajosa porque a tropa tem adestramento em situação real e isso é de um valor inestimável para o treinamento do pessoal”. O general destacou o trabalho da companhia de engenharia do Exército brasileira, que, “extrapolando sua missão”, construiu poços artesianos e estradas, asfaltou ruas, recuperou escolas e hospitais.
Apesar de todas as ajudas, a taxa de pobreza é altíssima no Haiti, com quase 80% da população vivendo com US$ 2 por dia, a taxa de mortalidade infantil é de 60 crianças por mil, 50% das crianças não frequentam as escolas e a lista da Transparência Internacional coloca o Haiti em 165.º lugar em corrupção, numa escala que vai até 176. Mas a violência no país está controlada. Lá ocorrem de seis a sete assassinatos por 100 mil habitantes. É uma taxa cinco vezes menor do que a do Rio de Janeiro, que é de 35 assassinatos por 100 mil habitantes.