Los haitianos de Manaus celebran el día de la bandera
El pasado 18 de mayo se celebró en Haití, el día nacional de la bandera. Como la mayoría de los haitianos de aquí trabajan, el comité organizador prefirió conmemorar esta fecha el día siguiente, es decir el sábado 19 de mayo.
El que conoce Haití un poco, sabe que su pueblo es muy religioso. De hecho, iniciaron la celebración de la bandera con una misa a las 4 de la tarde. Es curioso ver que muchos no atendieron a la celebración eucarística, porque la mayoría de ellos es de otra denominación cristiana.
Eran las siete de la noche aproximadamente, cuando todo empezó. Un preludio a un concurso de baile que se iba a hacer más tarde dio inicio a la fiesta. Se podía ver la venta de comida haitiana y de bebidas brasileñas en el lugar.
Colocaron unas 150 sillas en medio del espacio donde la fiesta iba a tener lugar. Lo que resultó ser insuficiente para la cantidad de gente que participó en la actividad. La participación a esta actividad fue masiva. Alrededor de 300 haitianos participaron más amigos brasileiros que se interesaron en este acto. Fue interesante ver que la prensa local estuvo presente.
La noche fue subiendo en intensidad. Después pasaron a un relato de la historia de la independencia del país en portugués para que los amigos brasileros presentes pudieran entender las proezas que llevaron al país a la independencia y el afecto que se le tiene a la bandera. Tras esto, empezó el concurso de baile que atrajo a todo el mundo. Fue interesante ver que hasta algunos brasileros presentes les daba unas ganas irresistibles de bailar. La música haitiana no faltaba. Una verdadera mezcla de música de antaño y de música de la nueva generación.
La ambientación del lugar fue un éxito. La tarima desde donde se organizaba la animación, era decorada de azul y rojo y Catherine Flon (una joven que representaba la señora que cosió la bandera) estaba sentada allí, vestida con los colores de la bandera. En un lado del patio había globos de azul y rojo y del otro lado, globos verdes y amarillos en representación de la bandera brasileña. Todo eso simbolizando el encuentro de dos pueblos.
La comunidad haitiana se va integrando en Manaus. Hay un equipo que apoya esta integración. Los padres escalabrinianos cuya parroquia es el lugar de encuentro y de referencia de los haitianos. También hay una joven haitiana, llamada Martha, que colabora con los jesuitas que es uno de los motores que alimentan la vida de la comunidad haitiana de Manaus.
Los problemas económicos que esta comunidad vive no pudo detener el deseo de los haitianos que viven en Manaus de sentirse cerca de su tierra. Cabe recalcar que todo pasó en un ambiente de encuentro entre amigos y compatriotas, de paz y alegría. Esa fue la primera vez que se vio una tal celebración en la comunidad haitiana de Manaus. Fue un momento donde descubrieron muchos talentos artísticos escondidos de varios compañeros haitianos.
Los que participaron de esta celebración quedaron encantados. No se querían ir cuando terminó la actividad. De hecho varios de ellos siguieron hablando en pequeños grupos. Inclusive, muchos preguntaban: ¿cuándo se va a organizar la próxima actividad? De esta manera se fueron despidiéndose con un rostro de alegrìa y abrazos, contentos y agradecidos a Dios por el momento compartido.
Como jesuita haitiano, estoy estudiando teología en Canadà. Quise venir aquí en Manaus para ayudar mis compatriotas en su búsqueda de una vida mejor. He estado en varias comunidades haitianas fuera de mi país, debo confesar que esta celebración que vivì en Manaus tenía un matiz peculiar. El deseo de la gente de reunirse y la colaboración de todos para la realización de la actividad fueron unas señales de su amor hacia el país, de su deseo de cambiar y de su compromiso para integrarse a la comunidad brasileña consciente de su identidad.
Delsen Innocent